El nabo celoso
En el comienzo de la relación, hasta nos parece un gesto simpático esa escenita tonta y sin importancia. Pensamos:"Ay, si tiene celos es porque me quieeere, ¡que rico es! ¿viste que cosita?"
(En esta instancia es necesario, hacer una salvedad importante. El estado de enamoramiento ubica, de inmediato, a una yegua del orto, en la categoría más baja, arrastrada y artera, que es la de naba del orto, en la peor de sus subcategorías: la
naba del orto cascabel, y no por víbora sino por tilín, tilín, tilín.)
Hecha la aclaración, estamos ahora en condiciones de seguir con el profundo análisis de una de los flagelos más perjudiciales en lo que a relaciones sentimentales, y ¿por que no?, cepillajes se refiere. El
nabo celoso.
La segunda escena de celos, ya es señal de preocupación, pero más bien light, porque la
naba cascabel todavía toma como una especie de halago eso de que el nabo quiera apropiarse de ella como si fuera una billetera en el bolsillo de un pelado que viaja en la línea 53 en hora pico, a manos del punga ése que está siempre ahí.
Al tercer planteo del tipo: "¿Con quién estabas hablando, que me dió ocupado toda la tarde?" o "¿Y qué tenía que hacer *ése*, en aquella fiesta?", la sugerencia yegual es dar salida inmediata, porque se viene lo peor.
Cosas cómo:
- Monitoreo permanente de todos tus actos, utilizando cualquier tipo de medio.
a) Teléfono: 45 llamados al día con el sólo fin de "nada... quería saber cómo andabas..." ¡Mentira, mentira!, el
nabo celoso lo único que quiere es engancharte in fraganti en una sórdida escena de sexo y pasión con el cartero, el repartidor de soda, el del delivery de la pizzería o, cualquiera dispuesto a remacharte los cataplines en horarios en que el nabo debe trabajar y sólo trabajar para procurar el sustento necesario para llevarte a lugares bonitos en el día que tiene asignado.
b) Internet: El
nabo celoso webbloguero es el más peligroso de todos. Aquí el seguimiento consiste en una presencia silenciosa, como una sombra permanente detrás de cuanta lista de correos o comentarios en blogs favoritos. Todo lo que la
naba cascabel escriba, así sea cantarle loas a su nabo escribiéndole poemitas, todo, absolutamente todo, será utilizado en su contra. El
nabo celoso está en todas partes. No hay escapatoria y nada de lo que la naba haga o diga en el mundo virtual se le va a escapar. Así que, si por ejemplo, ella puso un comentario en el blog de Pedrito que dice: "Estoy de acuerdo con tus dichos, estimado Pedrito", el
nabo celoso, va a leer entre líneas, con la consecuente conclusión: "mi
naba cascabel anda por ahí haciéndose la loca con una horda de machos en celo dispuestos a quitarme sus favores y... ¿por qué estimado? ¿desde cuándo estima a *otro* que no soy yo?"
Por eso, la decisión es compleja: o la naba resuelve que su
nabo celoso no es el recipiente idóneo a todo el amor que 'estaba' dispuesta a entregar, o deja de escribir y se dedica sólo a esperar que el nabo le proponga matrimonio para vivir una vida de ronquidos en el oído, de medias tiradas abajo de la mesa, de lavar calzones con palomitas, de muchos hijitos lindos, de engordar a su lado, hasta el día en que al nabo de su vida, se le cruce una yegua del orto de ley, que le rompa la cabeza,; momento en que se convertirá en el
nabo celoso, pero de *otra* y le dirá, muy suelto de cuerpo, a su
naba cascabel: "Nunca dejaré de quererte, pero estoy confundido, quiero tomarme un tiempo"
Tiempo, que es sabido, es ad infinitum, osease que, ¡fuiste,
naba cascabel! (Después no digas no te avisamos)
La tercera opción, la que más se acerca a la que tomaría una yegua del orto, de la subcategoría yegua del orto sensible, es seguir en la tuya, no dejar de hacer jamás lo que te venga en ganas, ignorar planteos y reclamos, sean justos o no. Y si el nabo se da cuenta que no puede con vos, y es un nabo inteligente, se unirá a vos, como bien dijo uno de esos cráneos que tan clara la tenían en esto del arte de la guerra o la política. Porque, en el amor, en el sexo, todo es táctica y estrategia.
Aquí es dónde ustedes,
naba cascabel,
nabo celoso, elegirán (si pueden) la mejor manera. Porque, de eso se trata.